Guía definitiva de Tucson Mission San Xavier del Bac
Un gran ejemplo de la arquitectura colonial española, la Misión San Xavier del Bac es una excelente excursión de un día desde Phoenix. Esto es lo que necesitas ver.
La Misión San Xavier del Bac (a unas 10 millas en auto fuera de la ciudad) es asombrosa y un testimonio de la rica historia de Tucson.
El sitio es una histórica misión católica española en una reserva indígena.
Y ciertamente no es lo que esperarías en un viaje por el desierto cuando las torres blancas destellan en la distancia.
La Misión de San Xavier Del Bac
Tucson tiene aproximadamente un 41 por ciento de hispanos o latinos. Es conocido por la comida mexicana al estilo de Sonora y los músicos de mariachi. Y la Misión es un gran lugar para profundizar en esta historia.
Se llama la Misión de San Xavier Del Bac. la paloma blanca del desierto. Y esa es una descripción perfecta de su entrada brillantemente iluminada contra un cielo nublado.
La entrada está rodeada de cactus y colinas ondulantes. La fachada es de inspiración morisca con decoraciones de estuco blanco deslumbrante.
El padre Eusebio Francisco Kino, un misionero jesuita de ascendencia italiana, fundó la Misión de San Xavier del Bac en 1692.
Fue construido en medio de un asentamiento del pueblo Sobaipuri O'odham que tenía cientos de años.
Pero la iglesia original, construida a unas 2 millas al norte de la estructura actual, fue destruida en 1770 durante una incursión apache.
Una historia turbulenta
La misión actual fue construida por dos padres franciscanos entre 1783 y 1797, y es la estructura europea más antigua de Arizona. Los padres pidieron prestados 7,000 pesos de un rancho de Sonora y contrataron al arquitecto Ignacio Gaona, quien empleó a una gran cantidad de mano de obra local.
Después de la Independencia de México en 1821, todos los sacerdotes nacidos en España fueron prohibidos. Los franciscanos abandonaron San Xavier y la misión comenzó a decaer.
Pero los indios locales conservaron lo que pudieron. Y la iglesia fue reabierta y reparada después de que se convirtió en parte de los EE. UU.
Los franciscanos regresaron en 1913 y más tarde la misión se renovó ampliamente, lo que ayudó a restaurar la belleza histórica. El estuco a base de cemento se eliminó a partir de la década de 1980 y se reemplazó con un yeso de barro tradicional hecho con la pulpa del nopal. Esta mezcla permite que escape el exceso de agua y la estructura respire mejor.
La misión cuenta con alrededor de 200.000 visitantes y peregrinos cada año, y todavía está a cargo de los franciscanos.
San Xavier es el ejemplo más destacado de la arquitectura colonial española en los EE. UU. y aún sirve a la misma comunidad nativa para la que fue construido.
Dentro de la misión y el problema de la momia
El contraste entre el desierto desnudo y la gran escala de la misión es impresionante.
Hay referencias al cordón franciscano en el frente y en la misma iglesia, los nudos en el cinturón de un hermano que simbolizan la pobreza, la castidad y la obediencia.
También hay dos gatos y dos ratones en la entrada, una referencia a una leyenda que afirma que el mundo se acabará cuando el gato atrape al ratón.
Las enormes puertas de madera de mezquite conducen al fresco interior de la iglesia. Lejos de las catedrales llenas de mármol de Europa, es un espacio luminoso que se siente muy colorido.
Los diseños parecen estar en gran parte en su estado original. Hay maravillosas pinturas y frescos con motivos mexicanos y nativos americanos.
Es como retroceder al siglo XVIII.
La obra de arte probablemente fue realizada por artistas mexicanos, y la estatua fue creada en talleres gremiales y llevada a la misión por un burro.
Y hay una curiosidad en la iglesia occidental de la misión que mucha gente al principio piensa que es una momia.
Pero la estatua reclinada es en realidad el Cristo crucificado. La estatua perdió las piernas en el transporte y se mostró por primera vez como un Cristo sepultado. Más tarde, se redefinió como San Francisco Javier acostado y sellado en una caja de vidrio. Permanece allí hoy como objeto de devoción de los peregrinos.
Fuera de la iglesia, a la torre este le falta una cúpula.
Hay varias leyendas que explican por qué los constructores dejaron la iglesia sin terminar.
Una leyenda dice que alguien se cayó de la torre y se detuvo el trabajo. Otros dicen que la cúpula se la llevó un ciclón o que se dejó sin terminar para evitar impuestos.
Pero la verdadera razón es más real: los constructores se quedaron sin dinero. Ahora se están realizando esfuerzos para recaudar fondos para una restauración completa.
Un paseo por Grotto Hill y algo de pan frito
Después de visitar la misión, diríjase a la luz del sol hacia la cercana Grotto Hill.
Esta pequeña colina rocosa ofrece un sendero para caminar y hermosas vistas de los terrenos de la misión. Está rodeado por el desierto salpicado de cactus y las montañas Catalina y Tucson.
Tenga en cuenta los pequeños santuarios religiosos tallados en la roca a medida que avanza por el camino de un cuarto de milla.
De vuelta en el estacionamiento, tome unos tacos indios de pan frito de uno de los puestos de humo.
Son calientes y sabrosos, cubiertos con frijoles o queso.
Y hacen un gran almuerzo que termina un día explorando esta parte vibrante de la historia de Arizona.
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