Qué ver en Budapest – Viajar Mas

Índice de contenidos
  1. Parlamento
  2. Recorrer las orillas del Danubio
  3. Puente de las Cadenas
  4. Castillo de Buda
  5. El laberinto del Castillo de Buda
  6. Monumento de los Zapatos
  7. El Bastión de los Pescadores
  8. Iglesia de Matías
  9. Sinagoga
  10. Basílica de San Esteban
  11. Isla Margarita
  12. Ópera de Budapest
  13. Art Nouveau
  14. La Ciudadela de Budapest
  15. Árbol de Michael Jackson

¿Sabes cuánto se tarda en ver la belleza de Budapest, la reina del Danubio? En menos de medio segundo.

Los viajeros dicen que es una de las localidades más bellas del continente europeo, aunque es algo muy complicado de afirmar, porque hay ciudades europeas que son bellísimas, y que parecen recién salidas de cuentos de ensueño.

Y es que en Budapest hay maravillas para todos los gustos. Desde palacios que te sacarán un suspiro, aguas muy relajantes y termales, personas encantadoras, comida exquisita, una dramática historia o puestas de sol que enamoran desde cualquier mirador.

Hay que decir que el mayor error que cometen muchos turistas a la hora de visitar Budapest es no informarse, aunque sea un poquito, de la historia de esta metrópoli.

Para evitar esto mismo, quiero ponerte en contexto: “… Cuando llegues a la villa, te impresionarás observando que el río Danubio pasa por el centro de la misma. Algo muy característico de allí son sus puentes, ya que éstos son lo que dio origen a la ciudad. Es decir, en la antigüedad Buda y Pest, eran ciudades separadas. Pest una población más humilde y con menos recursos, y Buda con mucho poder adquisitivo y palacios. Pues fue pasando el tiempo y las ciudades crecían, y llegaron al punto en que decidieron unirse, para formar Budapest en el siglo XIX…”

Ya que cuanto más sepas de una ciudad, con mejor sabor de boca te quedarás después de visitarla.

Y aquí entramos en lo interesante. Quiero que te maravilles con sus monumentos, los escribas en tu lista “para ver en Budapest”, y cuando estés allí, hagas muchísimos recuerdos y te los lleves en bandeja de plata.

Parlamento

Foto de David Mark en Pixabay

Es uno de los mejores monumentos para ver en Budapest y deberías de fotografiarlo desde diferentes perspectivas.

Cabe destacar que es una de las joyas de la arquitectura a nivel mundial. Es curioso que es el segundo parlamento más grande del mundo, y creo que es el más bonito.

Tiene un estilo neogótico muy majestuoso, y la construcción se puede observar desde cualquier mirador de la ciudad. Consta de más de cien años y es utilizado en su totalidad, ya que el parlamento más grande del mundo, que está en Rumanía, no se usa ni al cincuenta por ciento de su capacidad.

Se convertirá en uno de tus lugares favoritos para ver la puesta de sol y contemplar su elegancia. Es decir, es recomendable verlo en el momento que van encendiendo las luces según va llegando la noche.

Recorrer las orillas del Danubio

Ya quieras ir a ver el Parlamento o el “monumento de los Zapatos” en Budapest, es una buena opción que lo hagas marchando por las orillas del río Danubio. El paseo merece mucho la pena, y podrás disfrutar de las vistas de la zona de Buda y del vistoso Puente de las Cadenas. El trayecto se hace bonito tanto sea de noche como a la luz del día.

Asegúrate de ir muy bien abrigado si lo recorres en otoño o en invierno.

Puente de las Cadenas

Foto de hince en Pixabay

Para ir de la zona de “Buda” a “Pest” es crucial pasar por sus grandes puentes. El más característico es el “Puente de las Cadenas”. Un imprescindible para ver en Budapest.

Es un símbolo que integra estas dos ciudades, ya que fue de los primeros que se construyeron. Lo que más destaca son sus leones guardianes que están colocados en los extremos. Las antiguas leyendas relatan que cuando la ciudad tenga problemas, estos leones resucitarán para defender Budapest. Otra leyenda curiosa tiene que ver con el arquitecto/escultor del propio puente. Dicen que él afirmaba que era un puente perfecto y muy bien construido, por lo que era imposible encontrarle algún tipo de error. Pero un zapatero apareció, y le dijo al arquitecto que a los leones les faltaba la lengua. El arquitecto, al no poder soportar tanta deshonra, se tiró al Danubio para que se llevara toda su vergüenza.

Aunque este puente se destruyó en la Segunda Guerra Mundial, lo volvieron a construir igualito al original. Acuérdate de pasar por allí cuando vayas a Budapest para que puedas comprobar si es verdad que los leones tienen lengua o no.

Castillo de Buda

Foto de Janos Virag en Pixabay

O el palacio de la realeza de Hungría y data del siglo XIII.

Se localiza en la colina Várhegy. Aquí es posible visitar la Biblioteca, su Galería Nacional Húngara o el Museo de Historia. Puedes subir la cuesta o incluso probar el funicular y ahorrarte la caminata. Ya dependiendo de como te encuentres de fuerzas en ese momento. Eso sí, las vistas son espectaculares, y es imprescindible para ver en Budapest, ya que es uno de los símbolos que más representan a la ciudad.

Cuenta con gran cantidad de adornos de siglos anteriores aunque sufrió variedad de reformas debido a las guerras.

Es importante que veas los horarios antes de ir porque varían según sea invierno o verano.

El laberinto del Castillo de Buda

Este laberinto no se encuentra en el propio Castillo sino cerca de la Iglesia de San Matías y del Bastión de pescadores. Y son un conjunto de cuevas que las hizo la naturaleza por medio de la erosión de las aguas termales de la ciudad. Fue utilizado desde la antigüedad como refugio, cárcel, hospital militar o lugar secreto. Es muy misterioso y te puedes encontrar desde una cabeza de una escultura de un gigante o una fuente de vino.

Ve atento porque es muy fácil desorientarse y tengas que volver a empezar el recorrido. Es muy divertido y seguro. Muy recomendable para visitar en familia, con tu pareja o con amigos.

Monumento de los Zapatos

Es un memorial situado muy cerca del Parlamento. Se compone de 60 pares de zapatos de hierro a orillas del Danubio, aunque es un referente del turismo en la ciudad, poca gente conoce su trágica historia. Ya que en Budapest no todo es realeza y mágicas puestas de sol.

Esta ciudad fue testigo de uno de los más grandes genocidios en la Segunda Guerra Mundial porque era uno de los lugares con más presencia de judíos. Fue al final de la guerra que los nazis llevaron a los judíos a sus orillas donde fueron despojados de sus zapatos. (Y es que en la cultura judía los zapatos son muy importantes porque representan “los pasos que una persona dio” o “quienes son”). Una vez descalzos se fueron deshaciendo de ellos y los arrojaron al río. Una historia espeluznante y peor que una película de terror.

Por lo que en 2005 el cineasta Can Togay y el escultor Gyula Pauer crearon este memorial para rendir homenaje a las víctimas.

Parecen zapatos de verdad y de la época, de varias formas y tamaños. Acompañados de cintas colores, cartas, velas o flores que deja la gente. Es muy emotivo y digno de ver, ya que su historia puede romper hasta el corazón más duro.

El Bastión de los Pescadores

Este hermoso castillo blanco de siete torres se sitúa en la parte alta de Buda. Sin duda, te ofrecerá unas vistas increíbles del Danubio, el Parlamento y de la ciudad de Pest.

Su estilo es entre neogótico y neorrománico. Cada torre representa a las 7 tribus magiares que fueron las que se asentaron en esta región, y que fundaron también la ciudad.

Construido a principios del siglo XX, su objetivo primordialmente era decorar y complementar la Iglesia de San Matías que está a su lado.

Sus torres en punta llaman la atención y contrastan completamente con la bella ciudad. También destaca la plaza en el que se encuentra este castillo y sus vistas.

Incluso hay variedad de tiendas para obtener souvenirs y te lleves los mejores recuerdos de la zona.

Iglesia de Matías

Se localiza en el centro del distrito de Buda, y al lado del hermoso Bastión de Pescadores. También se conoce como “iglesia parroquial de Nuestra Señora”. Además de su increíble belleza, ya que cautiva a cualquiera que la observe más de dos minutos, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el 2002.

Sus orígenes datan del siglo XIII-XV. Ya que tuvo variedad de reformas, tiene un sin fin de estilos. Incluso cuando los turcos tomaron la ciudad en el siglo XVI fue convertida en mezquita por unas primaveras. A la que pasaron más de cien años de este suceso, se liberó la ciudad por los germánicos, por lo que la construcción fue destruida. Unos franciscanos la reconstruyeron con un estilo barroco, volviendo a ser iglesia. Y ya en el siglo XIX se vuelve a reformar en una estructura más neogótica.

En la actualidad puedes observar que se caracteriza por ser un tipo de arquitectura “ecléctica”, entendiendo el “eclecticismo” como una mezcla de estilos de diferentes épocas de la historia del arte.

Como consejo es vital que fotografíes su rosetón, la puerta principal, sus torres, su techo, sus impresionantes vidrieras o la plaza en la que se sitúa. Son dignas de admirar y para recopilar entre tus recuerdos.

Los viajeros afirman que impresiona verla de cerca, y que es preciosa en el exterior y cautivadora en el interior.

Sinagoga

Foto de KarinKarin en Pixabay

Es importante que vayas a ver la segunda Sinagoga más grande del mundo con capacidad de 3000 asientos. Y sí, está en Budapest. Se localiza en el barrio judío, y una parada aquí es obligatoria porque es impresionante. Antes de entrar, asegúrate de tapar tu cabeza si eres hombre, o pedir algún tipo de gorro en el acceso. Y si eres mujer deberás llevar tapados los hombros y piernas, y si no, puedes pedir una túnica en la entrada.

Data de finales del siglo XIX. Es curioso que su arquitecto se inspiró en parte de la Alhambra para darle un estilo “neomorisco”. Aunque incluye diversidad de influencias artísticas debido a variedad de reformas por el paso de los años y las guerras.

En su exterior llama la atención sus colores y las dos torres. Y en su interior sus vidrieras y lámparas te dejarán sin palabras.

Allí también puedes visitar el Árbol de la Vida o el cementerio judío, tributos para rendir homenaje a las víctimas del Holocausto.

Basílica de San Esteban

Imagen de Anne & Saturnino Miranda en Pixabay

Aunque se inauguró a principios del siglo XIX, tardó más de medio siglo en construirse. En su interior alberga el brazo del primer emperador de Hungría (Esteban I, siglo X), una de las reliquias más importantes del país.

Un estilo neoclásico es predominante. Como curiosidad, en su decoración interior, alberga más de cincuenta tipos de mármol en la que variedad de escultores pusieron su granito de arena.

La construcción es muy hermosa, y más aún las vistas de la metrópoli desde su magnífico mirador, localizado en lo más alto de la cúpula. Y es uno de los edificios más altos de la ciudad.

Isla Margarita

Isla Margarita es una isla entre Pest y Buda y transformada en un lindo parque. Aquí es posible apreciar la naturaleza en todo su esplendor con sus bonitos jardines. Además puedes ver unas ruinas del Convento de Santa Margarita, o una fuente de aguas danzantes en la cual ponen música clásica. Puedes darte un paseo por la sala de exposiciones y por el mirador. Disfrutarás muchísimo del recorrido.

Ópera de Budapest

Construida a finales del siglo XIX, subvencionada por aquel entonces por el emperador de Austria, y cuya condición fue que no fuera más grande que la de Viena. Así se convirtió en una de las más importantes en el mundo y de las mejores en acústica.

Se puede observar su estilo “neo renacentista”, e impresiona tanto en el interior como en el exterior. Esta construcción es una de las maravillas para ver en Budapest y que no te puedes perder. Como recomendación, los viajeros recomiendan visitarla en un tour por la mañana, y por la tarde, hacerte con una entrada para disfrutar de alguna de sus obras.

Art Nouveau

Si hay un estilo que predomine en los edificios de la ciudad es el “Art Nouveau”. Es decir, formas asimétricas y flotantes, elementos que decoran y embellecen o curvas muy sinuosas. Una vez que recorras sus calles y vayas observando los edificios, te darás cuenta de que toda su arquitectura se define con una geometría elegante e impecable.

Por cualquier rincón te puedes acabar encontrando con maravillas de este arte. Los edificios más destacados de “Art Nouveau” y que deberías ir a ver en Budapest son: la Real Caja Postal de Ahorros, la Casa Walkó, la casa Bedö o el Danubius Gellért Hotel.

La Ciudadela de Budapest

Una zona muy importante para que la apuntes en tu lista de “qué ver en Budapest”. Es un tipo de fortificación y se localiza en lo más alto de Gellért. Es decir, en el punto más alto de esta bella ciudad. Y en épocas anteriores, se utilizaba para vigilar. Data del año 1854 y los viajeros aseguran que es una de las vistas más lindas de esta bonita urbe.

Árbol de Michael Jackson

Un árbol que hace homenaje al queridísimo rey del pop. Se encuentra decorado con fotos del artista, cartas, velas, dibujos de sus fans… Es muy curioso para ir a ver en Budapest.

Aquí le rinden homenaje cada 25 de junio (día que nos dejó para siempre) para honrar su memoria. Es curioso, que en Budapest Jackson era muy conocido y admirado porque le gustaba mucho esta ciudad. Siempre que estaba allí salía por la ventana a contemplar la belleza de Budapest y a saludar a sus fans. También grabó un videoclip para uno de sus álbumes “HIStory”.

Como curiosidad, tengo que añadir que Katy Perry también ha grabado su videoclip de “Firework” en Budapest. En el mismo, se puede observar la magnífica ciudad de noche y el puente de las Cadenas con sus leones.

Foto de Steve001 en Pixabay

¿Y por qué consideran los viajeros a Budapest una de las ciudades más bellas? ¿Y por qué deberías ir a visitarla? Verás, por varios factores. No solamente visibles, sino también por su historia. Además sus precios son muy económicos en comparación a otras ciudades europeas.

Es una urbe sencilla, única e imperial. Está repleta de historias, cicatrices de guerra, con un pasado marcado por un distanciamiento y separación de ambas ciudades. Pero que también nos demuestra que, con un puente, podemos unirnos y crear algo más grande, más fuerte y mucho más bello.

Una ciudad que enamora a todos los bolsillos y a todos los corazones.

No te olvides antes de ir, de prepararte los mejores planes en qué hacer en Budapest, como disfrutar de sus aguas termales y curativas, y que se convierta en una de tus ciudades favoritas. Incluso obtener descuentos en atracciones gracias a la Budapest Card. Además, su gastronomía es deliciosa y sus alojamientos cuentan con precios muy competitivos.

¿A qué esperas para empezar a planear esa escapada a Budapest?

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