La gran arquitectura de Buenos Aires

Índice de contenidos
  1. Estilo Colonial
  2. Estilo Neoclásico
    1. París en la Avenida Alvear
  3. Estilo Art Noveau en la gran arquitectura de Buenos Aires
    1. El arte para todos
    2. La Confitería del Molino
  4. Estilo Art Decó
    1. Dos obras emblemáticas
  5. El brutalismo en la gran arquitectura de Buenos Aires
  6. Eclecticismo modernista y la gran arquitectura de Buenos Aires

La gran arquitectura de Buenos Aires la distingue del resto de las ciudades de América Latina por su amplia variedad de estilos y diseños.

Son tan diferentes que sus expresiones son la magnífica epifanía de los desbordes de una sociedad opulenta que despunta a fines del siglo XIX hasta culminar en un siglo XX plagado de obras exquisitas.

Las múltiples tendencias y estilos transitan el gótico, neo clásico, art decó, ecléctico, art noveau, y en los últimos años el moderno y el contemporáneo.

Disfrute con nosotros este paseo que sin dudas le ayudará a descubrir la gran arquitectura de Buenos Aires.

Estilo Colonial

Durante buena parte del siglo XVIII se constituyó esta moda, que en forma austera y sin adornos surgió en la ciudad.

La falta de azulejos o cerámicas hizo que las alfombras fueran los únicos detalles de color que ofrecían las construcciones.

Ejemplos de ellas son el Cabildo, el Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco, la Basílica de Nuestra Señora del Pilar y la Manzana de las luces.

Basílica de Ntra Sra. del Pilar, en el barrio de Recoleta

Estilo Neoclásico

En este caso sí tenemos dentro de la ciudad una innumerable cantidad de ejemplos.

Por esta razón, cuando pensamos en columnas, puertas con arcos, grandes frontispicios, frontones triangulares y planos que subrayan las jerarquías del espacio, es este estilo.

Para encontrarnos con varias muestras sólo basta recorrer con intensidad el barrio de la Recoleta.

De esta forma muchas casas de estilo neoclásico se encuentran en esquinas a las que se las ha cortado el vértice y que los porteños llamamos «ochavas», por su forma octogonal.

París en la Avenida Alvear

El mejor ejemplo de eso está en la elegante Avenida Alvear, que dispone de Petit Hoteles y palacetes que demuestran la opulencia de la ciudad de principios del siglo XX.

Caminando por el barrio con la mirada atenta a los detalles podrán observar ventanas francesas, puertas con arcos y frontispicios, edificios con entradas ampulosas y escaleras imperiales.

Para mencionar los ejemplos más acabados de este estilo mencionaremos el edifico del Congreso Nacional con su cúpula verde, la Iglesia Catedral Primada de Buenos Aires, el Teatro Colón y la sede del gobierno nacional: la Casa Rosada.

Casa Rosada, sede del gobierno argentino

El frontis de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires fue construido luego de 1822.

Se ha dicho que es una copia de La Madelaine, de París, en realidad lo más seguro es que haya sido el Palais Bourbon que al igual que la Catedral posee 12 columnas.

Estilo Art Noveau en la gran arquitectura de Buenos Aires

Entre los siglos XIX y XX se desarrolla este estilo contemporáneo de la Belle époque.

La idea, como siempre, era la de crear un arte nuevo. En este caso, sin renunciar a lo industrial se valora lo artesanal.

Junto con esa idea, se democratiza el arte, se potencia la idea de que lo cotidiano debe tener cierto valor estético.

El arte para todos

Desaparece la jerarquía de artes mayores y menores, tiene el mismo valor un edificio que una joya, un afiche que un cuadro.

Hay una evidente inclinación hacia la naturaleza que se refleja en todo: muebles, lámparas, puertas, etc.

Algunos ejemplos en Buenos Aires de esa corriente están en el Palacio Barolo y en la Confitería del Molino que se está restaurando en estos momentos y planean reabrirla en 2021.

Palacio Barolo una joya del art noveau en pleno centro de Buenos Aires

La Confitería del Molino

Inaugurada el 9 de julio de 1916, a 100 años de la independencia, fue uno de los edificios más notorios de su época.

Fundamentalmente por la calidad de los materiales empleados en su construcción y en las terminaciones del interior de sus salones.

Resaltan los revestimientos de mármol de sus columnas, pilastras y paneles del interior, no sólo de gran belleza estética sino también de gran suntuosidad.

Interior de la Confitería del Molino hoy, en pleno proceso de restauración.

Buenos Aires, lo sorprenderá con edificios que homenajean al gran arquitecto catalán Antoni Gaudí (1852’1926).

Con su inspiración el arquitecto Eduardo Rodriguez Ortega (1878-1931) diseñó un edificio de cuatro plantas que se llamó «El Palacio de los lirios«.

Construido entre 1903 y 1905 es una muestra acabada del estilo del catalán, reflejada no sólo en los lirios que adornan su fachada sino también en la cornisa donde luce una figura que recuerda a Poseidón o a Eolo, dioses griegos.

Detalle de la fachada del Palacio de los Lirios

Estilo Art Decó

Fruto de la amalgama de varios estilos, el art decó supo nacer en Francia entre los años 20 y 50 del siglo XX, encontrándose también en la gran arquitectura de Buenos Aires.

Se caracterizó, entre otras cosas, por el uso de materiales como aluminio, acero inoxidable, laca, madera embutida y el adorno en forma de rayo de sol que distingue muchas de sus creaciones.

Dos obras emblemáticas

En Buenos Aires, hay dos ejemplos destacados de ese estilo, como son el Edificio Kavanagh, que supo ser el rascacielos más alto de América del Sur en su momento, y el Mercado de Abasto, viejo mercado de frutas y verduras de la ciudad, en el barrio de Carlos Gardel.

Inaugurado el 3 de enero de 1936, con sus 120 metros de altura, el Edificio Kavanagh fue una obra emblemática de la arquitectura moderna.

Construido en hormigón armado, fue el edificio más alto del continente y el primero en la ciudad con aire acondicionado central.

En esa misma época, en pleno centro de Buenos Aires, se inauguraba el Mercado de abasto de la ciudad. el 24 de marzo de 1934.

De hecho, fue el arquitecto esloveno Víctor Sulcic que se inspiró en Les Halles de París pero con una impronta perfecta de art decó y visos de brutalismo, que conformó este edificio emblemático de Buenos Aires.

Fachada del Mercado de abasto de Buenos Aires, actualmente convertido en un Shopping Center.

El brutalismo en la gran arquitectura de Buenos Aires

Esta tendencia de origen europeo llega a la Argentina entre las décadas de 1950 y 1960.

Es crítico de las convenciones y se preocupa en el uso de la luz, los grandes espacios y un particular uso de los materiales.

Por lo tanto en Buenos Aires encontramos dos edificios especialmente demostrativos de este estilo que podemos descubrir en nuestro paseo.

Uno es el edificio del ex Banco de Londres y América del Sur, inaugurado en 1966 a pocas cuadras de la Casa Rosada, y otro es el de la Biblioteca Nacional «Mariano Moreno« en el barrio de Palermo.

Detalle del calado de hormigón en el Edificio del ex Banco de Londres

La otra historia destacada es la de la Biblioteca Nacional «Mariano Moreno», que remonta sus orígenes a 1810 y constituye una obra de la gran arquitectura de Buenos Aires.

Entre 1955 y 1973 tuvo como director al más grande escritor nacional, Jorge Luis Borges.

La Biblioteca tuvo 3 directores ciegos en su historia, además de Borges, fueron José Mármol /1858-1871) y Paul Groussac.

El edificio, de estilo brutalista, privilegia las estructuras de hormigón armado a la vista y con un tratamiento escultórico lo que aumenta la grandiosidad de los espacios.

Biblioteca Nacional «Mariano Moreno»

Eclecticismo modernista y la gran arquitectura de Buenos Aires

Una muestra de este particular estilo, está en pleno centro de la ciudad, y es la Galería Guemes.

Conecta la peatonal Florida con la calle San Martín en un espacio de 116 metros.

Un teatro, negocios, restaurante, oficinas y un mirador espectacular completa esa variedad de funciones y de usos que fue una novedad para la época.

Esta extraordinaria construcción de hormigón armado logra combinar el paisaje con lo natural a través de un pequeño rascacielo.

Son notorias las influencias italiana, belga e inglesa que se notan en cada rincón de la galería de planta.

Sguramente, Buenos Aires tiene una característica del Patrimonio Cultural que se puede observar con solo pasear por sus diferentes barrios.

Para un apasionado de la edificación, o un viajante ávido de cultura, descubrirá una impresionante diversidad de estilos de arquitectura mezcladas entre las modernas y contemporáneas.

Como resultado, pasear por estos lugares le permitirá descubrir la otra cara de Buenos Aires.

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