París ¿Qué ver? Sugerencias e itinerarios

Índice de contenidos
  1. Primer día:
  • Barrio de Montmartre
  • Campos Elíseos y Arco del Triunfo
    1. Segundo día
  • Museo del Louvre
  • Jardín de las Tullerías y puente de Alejandro III
  • Los Inválidos
  • La torre Eiffel
    1. Tercer día
  • Jardines de Luxemburgo
  • Barrio Latino
  • Hôtel de Ville
  • Estás mirando webs de vuelos, porque tu mente te está pidiendo un viajecito. De repente ves un vuelo súper barato a París. Ni te lo piensas. Lo compras porque sí, porque te apetece una escapada express, porque hay puente y no se te ocurre mejor manera de aprovecharlo. ¿Cómo hacer para visitar París en tres días? La respuesta es simple: Organizarse, saber qué te apetece ver, ¡y moverse!

    Todas las grandes ciudades requieren de tiempo para explorar y descubrir sus rincones más interesantes. Como no podía ser de otra manera, la capital francesa alberga una inmensa riqueza cultural, histórica y arquitectónica que no deja indiferente. El objetivo de este artículo no es otro sino el de sacarle el mayor partido posible a esta ciudad en tiempo récord. Para ello, aquí van una serie de sugerencias y consejos para exprimir la ciudad al máximo.

    Personalmente, siempre me ha gustado recorrer esta ciudad de arriba hacia abajo, es decir, comenzar por el norte y terminar por el sur. ¿Por qué? Simple cuestión organizativa. Me parece una manera de «barrer» el territorio sin dejarnos atrás ningún punto importante.

    On y va ?

    Primer día:

    Antes que nada, debemos tener claro cómo queremos movernos por París. Hay quien prefiere ir caminando a todas partes, lo cual descartaría en un viaje corto, ya que se trata de una ciudad extensa y perderíamos tiempo en el camino. También existen aplicaciones para alquilar bicicletas y patinetes eléctricos. Éstas pueden resultar muy agradables y diferentes. Sin embargo, resultará más económico utilizar el metro.

    Para moverse en metro por París, es recomendable utilizar aplicaciones como ratp o citymapper, (o el mapita de toda la vida que te dan en cualquier estación de metro, en los hoteles, etc.) ya que estamos hablando de una red de 16 líneas y puede resultar confuso al principio. En cuanto a tickets existen pases diarios, semanales, mensuales, anuales… Sin embargo, y puesto que se trata de visitar París en tres días, mi recomendación es comprar el pack de diez tickets, que sale unos 14 euros. En mi opinión es lo que resulta más cómodo y rentable, ya que no tienen fecha de caducidad y se pueden ir utilizando cuando queramos.

    Dicho esto, comenzaremos por la zona norte de la ciudad, donde aprovecharemos la luz del día para observar, recorrer, hacer fotos y disfrutar.

    Barrio de Montmartre

    Conocido como el barrio bohemio, el barrio de los artistas, se trata de una de las zonas con más encanto de la ciudad, ya que nos encontramos con una colina custodiada por la basílica del Sagrado Corazón y en la que, a medida que vamos subiendo, nos encontramos con una gran cantidad de tiendas, cafés y restaurantes. Yo siempre recomiendo visitar este lugar sin prisa, sin horarios. Dejarse llevar y perderse. Total, para encontrarse tan sólo hay que caminar cuesta abajo.

    Vistas de Montmartre

    Basílica del Sacré Cœur

    La basílica del Sagrado Corazón, aparte de ser un bello edificio, tiene la ventaja de que la entrada es gratuita y las colas, aun pareciendo inmensas, son rápidas. Para llegar a ella hay dos maneras: a pie, o utilizar el teleférico. Para subirse a este, podemos utilizar un ticket de metro normal. Una actividad que recomiendo encarecidamente es comprar un sándwich o una crêpe por el camino, algo de beber e improvisar un picnic a los pies de la basílica. Aparte de que las vistas son una maravilla, resulta muy reconfortante sentarse sobre la hierba. Siempre que no llueva, claro.

    Basílica del Sagrado Corazón

    Tras haber admirado esta obra arquitectónica desde todos sus ángulos, podemos caminar hacia la plaza de los pintores, donde podremos hasta llevarnos un retrato de recuerdo. También podemos hacer una parada de postureo en el muro de los te quiero, una obra de arte no tan célebre y un tanto escondida. Lo dejaré ahí…

    Después, si caminamos colina abajo, los fans de la película Amélie podrán ir a visitar el Café des deux moulins, donde se rodó una parte.

    Moulin Rouge

    Y para terminar nuestro paseo por esta emblemática área, podremos contemplar el famoso Moulin Rouge. No se puede entrar salvo si es para ver uno de sus espectáculos, ya que sigue siendo uno de los cabarets más prestigiosos de la ciudad junto con el Lido, pero la foto desde fuera puede ser un bonito recuerdo.

    Moulin Rouge

    Cuando ya empieza a caer la tarde, propongo cambiar de tercio y comenzar a descender un poco por el mapa para finalizar la jornada turística con unas vistas inolvidables de la ciudad. ¿Curiosidad? Vamos a ello.

    Campos Elíseos y Arco del Triunfo

    Les Champs Elysées, o Campos Elíseos, son uno de los puntos más conocidos de la ciudad ya que se trata de una amplia avenida llena de tiendas y restaurantes de lujo. Entre la gran variedad de comercios, podremos encontrar: Louis Vuitton, Swarovski, Disney Store, Dior, Galeries Lafayette, Chanel, Abercrombie & Fitch… y un largo etcétera. Pero también marcas más asequibles, supermercados, bares, casas de cambio y tiendas de recuerdos.

    Una vez explorada la inmensa avenida, veremos que ésta desemboca en el magnífico Arc de Triomphe, al cual recomiendo enormemente subir una vez ha anochecido. De hecho, en mi opinión es preferible subir al arco que a la torre Eiffel. ¿Por qué? Por tres razones: Es más barato, las vistas son increíbles (y más, por la noche), y bueno… ¡se ve la torre! La entrada estándar para subir al arco cuesta 13 euros. Como en otros monumentos o museos, hacen descuento o es gratis en algunas ocasiones.

    Arco del Triunfo

    Para subir, hay que utilizar las escaleras y, como te podrás imaginar, ¡son muchas! Pero que no cunda el pánico. Hay un ascensor que se puede utilizar en caso de personas con movilidad reducida, enfermedades, etc.

    Segundo día

    Una de las claves para visitar París en tres días es marcar el ritmo que queremos llevar. El primer día nos lo tomamos con calma para no terminar muy cansados, pero el segundo le daremos un poquito más de caña. Recorreremos la zona más céntrica, prácticamente donde lo habíamos dejado, para ir descendiendo poco a poco sobre el mapa. El recorrido entre los diferentes lugares se puede hacer fácilmente a pie, pero a título informativo, la línea 1 del metro pasa por todos estos lugares.

    Museo del Louvre

    Este gran edificio con sus famosas pirámides de cristal contiene un sinfín de obras de arte y trozos de historia de gran parte del mundo. Para muchos, el rollo museos no es lo ideal. A otros les resultaría inconcebible visitar esta ciudad sin descubrir la casa de La Gioconda. Por lo tanto, una sugerencia para que llueva a gusto de todos es ir temprano, a la hora de apertura para evitar aglomeraciones y colas, agenciarse un mapa del museo e ir directos a lo que queremos ver, ya que se trata de un edificio compuesto de innumerables secciones y exposiciones, que literalmente toma días recorrer y ver en su totalidad. Haciendo esto, en un par de horas estás fuera.

    Museo del Louvre

    Jardín de las Tullerías y puente de Alejandro III

    El Jardin des Tuileries es uno de los puntos clave cuando se trata de visitar París en tres días. Y no solo por el jardín en sí, sino por sus alrededores. Se trata de una amplia extensión donde naturaleza y arte se fusionan para crear uno de los más bellos paisajes de la ciudad. La entrada es gratis y se encuentra en un punto muy céntrico desde el cual resulta fácil acceder a otros lugares de interés como la Place de la Concorde y la rue de Rivoli. En esta última podremos darnos algún que otro capricho en el famoso salón de té Angelina, en el que sirven, dicen, el mejor chocolate caliente de la ciudad. Eso sí, para aquellos que viajen low cost, mejor no hacer esta parada. Aunque, seamos sinceros, barato y París no son dos términos muy compatibles.

    Jardín de las Tullerías

    Después de haber disfrutado del jardín y sus alrededores, ¡qué menos que hacer una breve sesión de fotos en el famosísimo puente de Alejandro III! Además de constituir una obra de arte en sí misma, este puente comunica la explanada de los Inválidos, donde continuaremos nuestra ruta, con los «hermanos» Grand Palais y Petit Palais. Al cruzarlo, no solo estaremos contemplando una de las vistas más hermosas de la capital, sino que además estaremos pisando suelo declarado patrimonio de la Humanidad.

    Puente de Alejandro III

    Los Inválidos

    El nombre no atrae nada, la verdad. Pero verlo es otra cosa…

    Conocido en versión original como el Hôtel National des Invalides, este emblemático edificio se creó bajo las órdenes del rey Louis XIV con el propósito de servir de alojamiento a los soldados mutilados y jubilados de las tropas francesas. El complejo está dividido en diferentes secciones. Aunque el acceso al edificio en sí es gratuito, para acceder a los diferentes museos, a la tumba de Napoleón o a la iglesia de la Cúpula, la entrada cuesta entre 10 y 14 euros. Eso sí, el simple hecho de pasear por la explanada y adentrarse en el edificio ya merece la pena. Lo de los museos ya es a gusto del consumidor.

    Cúpula de los Invalidos

    La torre Eiffel

    Si al preguntarnos cómo hacer para visitar París en tres días nos planteamos cuál sería el punto de interés más icónico, sin duda estamos hablando de este monumento diseñado por Gustave Eiffel, al que debe su nombre.

    Es simple, todos la conocemos. La hemos visto en fotos, películas, dibujos… Digamos que estamos «hartos» de verla. Pero vayamos a lo importante: subirla ¿sí o no? Sinceramente (y de nuevo, esto es una opinión muy personal y subjetiva) diría que no es estrictamente necesario, ya que podemos obtener vistas increíbles de la ciudad desde otros puntos ya mencionados, por menos dinero y sobre todo menos tiempo de espera. Verla y hacerle fotos desde todos los ángulos posibles, ya es toda una experiencia. Sobre todo si llegamos desde el mirador de Trocadéro y caminamos desde allí. Este punto es uno de los mejores para tomar buenas imágenes de y con la torre, dicho sea de paso.

    Torre Eiffel desde Trocadéro

    Vale, la torre es bonita e impactante a todas horas del día, pero ya que esto va de sugerencias, diría que merece más la pena contemplarla al atardecer. A medida que el sol se va poniendo y el día va perdiendo luz, la dama de hierro comienza a desplegar sus encantos, sobre todo si hace un día despejado. Además, una vez se hace de noche, ¡comienza el juego de luces! No diré más. Conservemos la magia.

    Tercer día

    Después de estos dos días es cuando comenzamos a comprender por qué la llaman la ciudad de las luces. Y es que cuando el sol se esconde, París se viste de princesa y nos encandila con su belleza infinita.

    Sin darnos cuenta, la aventura de visitar París en tres días va viendo su fin. Y tras haber renovado energías, la ciudad nos acoge un día más con un sinfín de rincones por descubrir. La tercera jornada de nuestro viaje express lo dedicaremos a los encantos del barrio latino y sus alrededores. Pero en esta ocasión, sugiero ir de abajo hacia arriba, y en breve comprenderás por qué.

    Jardines de Luxemburgo

    Comenzamos el día entre árboles, olor a tierra húmeda y pájaros cantando. ¿Qué mejor plan, no? Estos jardines son uno de los rincones más idílicos para un paseo matutino (o a cualquier otra hora del día, claro), puesto que se puede disfrutar de los colores de la naturaleza al mismo tiempo que contemplamos las maravillas arquitectónicas del Palacio de Luxemburgo, construido en medio de esta vasta extensión, y al cual los jardines deben su nombre.

    Jardines de Luxemburgo

    Barrio Latino

    Este conjunto de calles y plazas en pleno corazón de la ciudad es tan dinámico como histórico. Conocida como una de las zonas con más vida de la capital parisina, se caracteriza por la gran cantidad de cafés, restaurantes, pubs y locales de ocio en general para todos los gustos. Resulta muy agradable, por ejemplo, pasear por la ribera del río y pararse en los puestos de libros, los bouquinistes. Si te gusta leer, puedes encontrar verdaderos tesoros a precios muy bajos.

    Panteón

    Continuamos nuestro recorrido para conocer esta obra arquitectónica del siglo XVIII que constituye no sólo un placer visual, sino también un aporte de historia. Tanto si decidimos entrar como si no, tan sólo verlo desde fuera ya merece la pena. Además de ser un edificio de gran belleza, la plaza sobre la que está construido es muy agradable y viva, frecuentada en gran medida por estudiantes, ya que se encuentra justo al lado de una de las facultades de la Sorbonne.

    La entrada es gratis si eres menor de 25 años (y esto ocurre también en el resto de museos y atracciones), pero si no, el coste es de 9 euros. En mi opinión, merece la pena verlo por dentro. Los amantes del musical Les Misérables (y de la historia en general, por supuesto) estarán de acuerdo. ¡Y ya paro con los spoilers!

    Panteón

    Plaza de St. Michel y Catedral de Notre Dame

    Sales de la boca de metro y ahí está, justo enfrente, esperándote. Una plaza no muy grande, tampoco de las más bonitas del mundo, pero imponente y con ganas de contarnos historias. Hablamos de la plaza de Saint Michel, custodiada por la fuente que lleva el mismo nombre. Ésta, que fue mandada construir por Napoleón, representa al arcángel Miguel luchando contra el diablo. Ya que estamos, por si te interesa, esta fuente sirve de punto de encuentro de muchos Free walking tours en los que se aprende bastante sobre la ciudad de una manera muy amena.

    Una vez contempladas la fuente y la plaza, caminamos en línea recta unos cinco minutos largos para encontrarla a ella, la reina herida, la señora de señoras: Notre-Dame de Paris.

    Catedral de Notre Dame

    Desde el incendio ocurrido en 2019 que afectó a la aguja y parte del techo, no se permite el acceso al interior hasta finalizar los trabajos de renovación. Sin embargo, en circunstancias normales, para acceder a ella tan solo hemos de armarnos de un pelín de paciencia, puesto que las colas para entrar suelen ser importantes. Lo bueno es que para la catedral en sí, el acceso es gratuito. Después, si se quiere acceder a las torres, al tesoro o a la cripta, hay que pagar entrada.

    Hôtel de Ville

    El reto planteado era visitar París en tres días y llegamos a nuestra última parada para despedir la ciudad de las luces como se merece, ¡con unas vistas nocturnas inolvidables! Una vez ha caído la tarde, echar un vistazo a esta obra de arte arquitectónica no tiene precio.

    Se trata del Ayuntamiento principal, que también acoge distintas exposiciones a lo largo del año y la entrada es gratuita, salvo que haya alguna exposición excepcional. La verdad, es una maravilla para la vista darle una vuelta al edificio cuando se hace de noche y se encienden las luces. ¡Una preciosidad! Además, está en pleno centro y resulta muy práctico encontrar dónde comer o tomar algo en los alrededores sin dejarse un riñón.

    Hôtel de Ville

    Espero que estos consejos para visitar París en tres días hayan sido de utilidad. Por supuesto, como podrás imaginar, quedan muchísimas cosas por conocer en esta maravillosa ciudad, las cuales iremos explorando aquí poco a poco, junto con otros destinos que merece la pena descubrir.

    À bientôt !

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