Santa Maria Novella en Florencia: una iglesia misteriosa
Uno de los primeros monumentos que os podéis encontrar en vuestra llegada a Florencia es, además, uno de los más importantes desde el punto de vista religioso. Sí, es de nuevo una iglesia. Y sí, es otra de las imprescindibles. En este post, descubriremos la basílica de Santa Maria Novella en Florencia.
¿Preparados?
Puede que sintáis que en esta ciudad es todo imprescindible y eso os abrume un poco pero pensad que así siempre tendréis una buena excusa para volver. Porque definitivamente Florencia no es de esos lugares que se conoce en profundidad en un par de días, mucho menos en unas horas.
En esta ocasión, conoceremos un templo reconocido en la ciudad por un cierto halo misterioso que le aporta sobre todo la fachada y el camposanto.
Santa Maria Novella es para la ciudad la casa de una de las órdenes religiosas más destacadas, los dominicos. Y forma la triada perfecta, junto con Santa Croce (os dejo mi post aquí), franciscana, y Santo Spirito, agustina.
BREVE HISTORIA DE SANTA MARIA NOVELLA EN FLORENCIA
En 1221 los dominicos llegaron a Florencia desde Bolonia. Consiguieron adjudicarse una pequeña iglesia que se encontraba fuera de la muralla y que se llamaba Santa Maria delle Vigne, porque estaba rodeada de terrenos agrícolas con viñas.
En 1242, se decidió ampliar el edificio. No se completó hasta el siglo XIV, participando el ella diversos artistas de la época e incluso, los propios monjes dominicos. Se considera que fueron los monjes Sisto Da Firenzey Ristoro da Campi, quienes diseñaron el proyecto de la nueva iglesia.
Fue consagrada en el 1420 por el Papa Martino V, que residía en la época en la ciudad, aunque hubo distintos elementos que aún no habían sido completados. Pero, vamos por partes.
EL TEMPLO POR FUERA
FACHADA DE SANTA MARIA NOVELLA EN FLORENCIA
La fachada de la iglesia se ha ido realizando en diferentes momentos de la historia. En 1350 se recubrió la parte inferior de mármoles verde y blanco y se hicieron los arcos tumbales y los dos portales laterales. La decoración puede recordar un poco a la del Baptisterio de la Catedral de Florencia.
Posteriormente, en el siglo XV, se llevó a cabo el resto de la fachada de Santa Maria Novella en Florencia. Fue un encargo de Giovanni Rucellai, rico comerciante de telas, a Leon Battista Alberti, su arquitecto predilecto. El trabajo de Alberti fue realizado entre 1458 y 1478 y constituye casi un enigma.
Usó los mismos mármoles de antes con formas geométricas pero mezclando siempre las formas circulares con adornos en forma de flor. Alberti colocó un gran sol en el centro del frontón, como símbolo dominicoy como elemento natural a través del cual nace todo. De ese sol, parecen brotar las flores que hay debajo.
Es posible que Leon Battista Alberti quisiera hacer un homenaje a la naturaleza con esta fachada y quisiera reflejar el ciclo eterno de ésta en la vida. Por esto mismo, es una de las fachadas más curiosas de la ciudad, por eso, y por los elementos científicos que se colocaron aquí en el siglo XVI. Hay una esfera armilar en bronce y un cuadrante solar con un gnomón, que permitía medir el paso del tiempo a través de la proyección de su sombra sobre una escala graduada.
Además, están los arcos tumbales, que son verdaderas tumbas en la fachada que rodean el recinto de la iglesia, formando un auténtico cementerio en pleno centro de la ciudad.
EL TEMPLO EN EL INTERIOR
La iglesia por dentro es gótica y sigue un esquema particular que pertenece al arte cistercense, de manera que, es un arte desprovisto prácticamente de adornos y que usa solamente dos colores: el blanco y el negro. Esta clase de gótico servirá de inspiración para otras construcciones posteriores en la ciudad.
La planta de la iglesia se presenta en forma de de T y tiene tres naves. Nosotros nos detendremos en algunos de los puntos que yo más recomiendo conocer de Santa Maria Novella.
En la nave izquierda, encontramos una de las obras maestras del Renacimiento italiano y es la Trinidad de Massaccio. Se considera tan importante porque será la que abra el camino para el uso de la perspectiva en la pintura, lo que resulta fundamental para la Florencia renacentista. En este caso, se representa para contemplarse desde abajo. Así, la figura de un Dios solemne sobrepasa a la cruz con Cristo crucificado. También son inusuales las figuras de los comitentes a los laterales y de rodillas, los Lenzi, pintados a tamaño natural, lo que aporta mayor realismo así como religiosidad y devoción.
Después, podemos encontrar pinturas de artistas de primer nivel del siglo XVI como Santi de Tito, Giorgio Vasari o Alessandro Allori.
Aquí, cabe destacar la tumba de la Beata Villana, una mujer noble que murió en 1381 y que decidió abandonar la vida de lujos y excesos por una vida espiritual y pura. Se considera un ejemplo para las tumbas de estilo renacentista y se realizó por los hermanos Bernardo y Antonio Rossellino y por Desiderio Da Settignano.
Además, en este lado, encontraremos telas de Giovan Battista Naldini o Vincenzo Danti.
CAPILLA MAYOR DE SANTA MARIA NOVELLA EN FLORENCIA
Antes de hablar de los frescos de la capilla principal de la iglesia, tenemos que mencionar que en la parte central y al fondo, podemos encontrar un crucifijo de Giotto. Está datado en 1290 aproximadamente. En él, el artista buscaba hacer a Cristo más humano dotándolo de una movilidad y expresividad que hasta entonces había sido impensable.
La Capilla Mayor está dedicada a la familia Tornabuoni, emparentada con la familia Medici, ya que Lucrezia Tornabuoni fue la madre del archiconocido Lorenzo el Magnifico. El ciclo de frescos representa escenas de la vida de la Virgen y San Juan y lo interesante es que las ambienta en la Florencia de la época (siglo XV) y con personajes importantes del momento. Esta es una característica típica de Domenico del Ghirlandaio, el autor, que se puede observar en otras de sus obras. En esta capilla, dicen que participó un jovencísimo Miguel Ángel, que fue alumno de Ghirlandaio.
A LA DERECHA DE LA CAPILLA MAYOR
En este lado, tenemos una de mis capillas favoritas de la iglesia: la de Filippo Strozzi realizada por Filippino Lippi. Se cuentan historias de San Felipe y San Juan Evangelista y destacan las escenas del centro porque son bastante fantasiosas en las edificaciones y porque se refleja la lucha entre la cultura cristiana y el paganismo, de moda en el siglo XV. Detrás del altar, se encuentra la propia tumba esculpida por Benedetto da Maiano.
Al lado tendríamos las Capillas Bardi y Rucellai, ésta última del siglo XIII, por lo que los frescos están bastante dañados.
A LA IZQUIERDA DE LA CAPILLA MAYOR
En este lado, podremos encontrar la Capilla Gondi, diseñada por Giuliano da Sangallo, que es donde está conservado el crucifijo de Filippo Brunelleschi, con el que el arquitecto participó en una especie de competición con Donatello al criticar el que éste había realizado para Santa Croce.
Al fondo, está la Capilla Strozzi di Mantova, para diferenciarla de la anterior, dónde podremos contemplar los frescos del siglo XIV realizados por Nardo di Cione y que representa el Reino de los Cielos estructurado tal y como lo hace Dante en su Divina Comedia.
Por si esto fuera poco, en Santa Maria Novella, tenéis dos claustros y saliendo hacia ellos, está el Cappellone degli Spagnolimandado realizar Cosimo I dei Medici para su esposa española, Eleonora Alvarez de Toledo con frescos que narran la lucha de los dominicos contra la herejía; y el Claustro Verde donde Paolo Ucello hizo sus frescos con historias del Génesis como el Diluvio Universal.
Como habéis podido comprobar Santa Maria Novella en Florencia es un complejo que no tiene desperdicio, por su gran valor artístico y por su función en la historia de la ciudad. Espero que tengáis oportunidad de visitarlo en vuestra visita a Toscana. Os dejo el enlace a su web oficial aquí, por si queréis echar un vistazo. ¡Nos leemos!
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