El Cementerio la Recoleta: el lujo de la muerte

Índice de contenidos
  1. El cementerio de la Recoleta.
  2. Monumento histórico Nacional
  3. Fantasmas, mitos y leyendas del Cementerio La Recoleta
  4. Muerta después de «muerta»?
  5. Un fantasma que camina en el Cementerio La Recoleta
  6. Una mascota incondicional
  7. El amor más allá de la muerte en el Cementerio La Recoleta
  8. El enojo más allá de la muerte
  9. El juicio de la historia en el Cementerio La Recoleta

El Cementerio la Recoleta es un imperdible de Buenos Aires.

Es tan cierto que Buenos Aires es la ciudad más europea de América, como que el barrio de la Recoleta es un pequeño París en ella.

Su nombre proviene de los padres recoletos originarios de Francia que se establecieron a comienzos del siglo XVIII.

Fundaron un convento y una iglesia en homenaje a la Virgen del Pilar, y junto a ellos un cementerio.

A principios del siglo XIX y como consecuencia de la fiebre amarilla que asolaba la ciudad, las familias pudientes se radicaron allí convirtiéndolo en uno de los barrios elegantes de Buenos Aires.

El cementerio de la Recoleta.

El 17 de noviembre de 2020 el cementerio cumple 198 años.

Reconocido por la famosa revista de diseño «Architectural Digest» como el quinto cementerio más bello del planeta, es realmente una joya para los amantes de la arquitectura y el diseño de lujo.

Suma a eso un detalle extraño, muy cerca de sus muros la vida transcurre como si no existiese el campo santo, ya que restaurantes, discotecas, un gran mall y cadena de cines son vecinos a él.

Entrada al Cementerio con la remodelación de 1880

A la altura del Pére-Lachaise (1804) en París, o el Highgate Cemetery(1839) de Londres, es una visita imprescindible de la ciudad.

Fue diseñado por el arquitecto francés Prosper Catelin e inaugurado en 1822 durante la Presidencia de Bernardino Rivadavia.

Al principio sólo se podían enterrar católicos hasta que en 1863 el Presidente Mitre firmó el decreto que permitió el resto de las religiones.

Lo que comenzó siendo el «cementerio del norte» con el tiempo cayó un poco en su mantenimiento, lo que hizo que el primer intendente de la ciudad, Torcuato de Alvear encomendara al Arq. Buschiazzo su remodelación.(1881)

Monumento histórico Nacional

El lugar cuenta con alrededor de 4870 sepulcros a perpetuidad. Desde 1946 fue declarado Monumento Histórico Nacional, pero además dentro de su perímetro cuenta con 70 bóvedas que también ostentan ese privilegio.

El Cementerio la Recoleta es una extraordinaria muestra de la arquitectura funeraria de fines del siglo XIX y comienzos del XX con excelentes panteones de familias acaudalas del momento y figuras de la política local.

En sus pasadizos se encuentran figuras tan disímiles comoEva Perón, Hipólito Irigoyen, Raúl Alfonsín, y algunos personajes que cimentaron una fama de fantasmas que aletea en el aire del camposanto.

Entre sus muros yacen 29 presidentes del país, 4 de ellos de facto, más de 200 héroes de la Independencia nacional e infinidad de personajes de familias patricias que contribuyeron de algún modo a la historia de la patria.

Al lado del cementerio estaba el antiguo asilo para ancianos General Viamonte que era administrado también por los monjes recoletos. Cuando dejó de funcionar fue comprado por la Municipalidad de la Ciudad y convertido en el actual Centro Cultural Recoleta.

Fantasmas, mitos y leyendas del Cementerio La Recoleta

Las historias de fantasmas han acompañado al cementerio prácticamente desde su inauguración.

Entre los ejemplos más curiosos del Cementerio La Recoleta está el cocinero de una familia patricia que era un excelente jugador de fútbol en la época, un Maradona o un Messi de los años 20.

Un día al manipular un caldero se le derramó el agua hirviendo quemándole gran parte del cuerpo incluidas ambas piernas.

De noche se oyen ruidos de pelota cerca de la bóveda.

Se trataba de alguien que jugaba tan bien que tenía esperanzas de jugar el Mundial de Fútbol en Uruguay en 1930.

Con 17 años, una semana después del accidente, falleció. El jefe de la familia, como homenaje, lo hizo enterrar en su bóveda

Muerta después de «muerta»?

Rufina, la hija del escritor Eugenio Cambaceres, es una de las tantas leyendas que se cuentan en la necrópolis.

Ella tenía apenas 19 años cuando falleció, y en su escultura en la entrada de la bóveda se la ve con gesto compungido como si no quisiese entrar a ella.

Rufina Cambaceres, enterrada viva?

El precioso monumento art noveau refleja las típicas características del estilo: las curvas sensuales de su cuerpo, los cabellos casi despeinados y la transparencia de su vestido que permite vislumbrar las formas de su esbeltez.

Si uno se acerca podrá observar en su rostro la tristeza de su mirada y una «furtiva lágrima» que se desliza por el mismo.

Cuenta la leyenda que el día de su cumpleaños, una amiga le contó que Lucía, su madre, era amante de su novio.

Totalmente consternada Rufina se fue a vestir y no salía de su habitación. Cuando fue a buscarla su madre, la encontró tirada en el suelo sin pulso ni respiración.

Esa misma noche fue sepultada en el Cementerio de La Recoleta. Lo extraño fue que unos días después descubrieron que el ataúd estaba movido, por lo que mucho piensan que sufrió un ataque de catalepsia y luego un infarto al despertarse.

Un fantasma que camina en el Cementerio La Recoleta

También está la tumba de Luz María García Velloso que se encuentra casi en la entrada de la necrópolis.

Luz María muerta de Leucemia a los 15 años

Murió a los 15 años y su madre quedó tan compungida que que se le permitió dormir durante meses en un rincón de la cripta junto a su estatua.

Luz María murió de Leucemia y sufrió mucho durante su enfermedad.

Además de esa singularidad, un mito dice que un parroquiano del barrio se encontró con una joven que lloraba, le ofreció su chaqueta para abrigarse y la llevó a tomar un café en La Biela, un bar cercano al cementerio.

Al anochecer la muchacha huyó derramando café en la chaqueta y esfumándose entre la niebla.

El hombre la buscó en el cementerio hasta que encontró el saco manchado sobre una tumba, al recogerlo reconoció en la estatua durmiente la cara de la joven que había besado poco tiempo antes.

Una mascota incondicional

Liliana Crociati muerta en plena luna de miel.

Otra de las historias del Cementerio La Recoleta es la de Liliana Crociati de Szaszak, que murió a los 26 años víctima de un alud que sepultó el hotel donde se hospedaba en Innssbruk.

Su mausoleo es uno de los más atractivos con el féretro cubierto por un sahri que Liliana había comprado en la India.

En la parte de afuera está su estatua, vestida de novia y con su anillo de bodas, acompañada por su perro Sabú.

Él es precisamente el motivo de la leyenda ya que se dice que el perro murió el mismo día que ella sufrió el accidente.

El hocico del perro está gastado porque dicen que trae buena suerte acariciarlo.

El amor más allá de la muerte en el Cementerio La Recoleta

El comandante Francis Drummond estaba comprometido con la hija del Almirante Guillermo Brown, Elisa de 17 años.

En la batalla de Monte Santiago fue herido mortalmente por una bala de cañón.

El propio almirante se encargó de comunicar a su hija el fatal desenlace y entregarle un anillo que su prometido le había dejado.

Elisa y Francis para la eternidad

Ocho meses después Elisa se ahogó en el Río de la Plata, aunque la leyenda asegura que se suicidó vestida de novia.

Las urnas de Elisa y Francis fueron fundidas con el bronce de uno de los cañones del barco y fueron enterrados en el Cementerio Británico de disidentes.

Más tarde, por instrucciones que había dejado su padre, los restos de Elisa fueron trasladados al Cementerio de la Recoleta.

El enojo más allá de la muerte

Una de las historias más encantadoras es la del matrimonio de Salvador María del Carril y su esposa Tiburcia Dominguez donde había poco amor y mucho destrato.

El problema era que para Salvador, vicepresidente de Justo José de Urquiza, Tiburcia era muy gastadora. Él no toleraba el derroche económico de ella a la que le gustaban los perfumes, las joyas y los vestidos de manera escandalosa.

Las peleas de la pareja llegaron a la tapa de los diarios cuando él presentó una carta pública avisando a los acreedores de su mujer que no se haría cargo de sus deudas.

Ese mismo día Tiburcia juró que no volvería a dirigirle la palabra a Salvador y que tampoco hablaría en su presencia.

Tiburcia le da la espalda a Salvador, más allá de la muerte

Durante los siguientes 21 años, y aún en las vacaciones, ella jamás volvió a hablarle.

Cuándo él murió, dejando una considerable fortuna, ella mandó a construir uno de los mausoleos más majestuosos del Cementerio.

La estatua de Del Carril quedó de cara a la entrada y ella en su testamento dejó en claro que no quería mirar en la misma dirección que su marido «por toda la eternidad«.

Ella murió en 1898, 15 años después que él, y su estatua da espalda contra espalda con él, mirando en la dirección opuesta.

El juicio de la historia en el Cementerio La Recoleta

Por último, uno de los lugares emblemáticos del Cementerio es la tumba de María Eva Duarte de Perón.

Ella murió de cáncer a los 33 años, el 26 de julio de 1952 a las 20:50 según el informe oficial, sin embargo estuvo 24 años «desaparecida» en una tumba en un Cementerio de Milán.

Fue a fines de 1974 cuando la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón ordenó repatriar el cadáver momificado y trasladarlo a Olivos.

Luego un golpe de Estado derrocó a la esposa de Perón y la dictadura militar ordenó devolver el cadáver a la familia Duarte.

Finalmente decidieron sepultarla en una cámara acorazada con doble plancha de acero, en el segundo sótano del panteón familiar en Recoleta, en la sección 16, tablón 22, sepulturas 4/6.

Bóveda de la Familia Duarte donde se encuentra Eva Perón

Desde ese momento es el panteón más visitado del Cementerio.

Recorrer sus calles, de concepto rectangular, nos permiten recorrer buena parte de la historia argentina. No sólo por los personajes que allí se encuentran, sino por la magnitud y la riqueza de los distintos panteones y bóvedas.

El entorno permite reconocer un pasado poderoso del que fuese una de las 10 economías más grandes a principios del siglo pasado.

Tal como mencionamos en nuestro post 12 lugares… y para ampliar el de los principales barrios para alojarse en la ciudad, los invitamos especialmente a disfrutar de La Recoleta y sus historias.

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