Edimburgo: la ruta más completa y divertida

Índice de contenidos
  1. ¡Vamos allá!
  • Por la mañana.
    1. Un poco de historia
    2. Escupe o salta
  • Por supuesto visitar Edimburgo en un día tiene su momento de descanso
    1. «Deacon Brodie’s Tavern»
    2. ‘Oink’
  • Continuamos por la tarde
    1. Here comes the magic!
  • Edimburgo, capital de Escocia, la segunda ciudad más grande del país, detrás de Glasgow. Una ciudad llena de misterios por visitar y curiosidades por ver y si, en solo un día, con un tiempo bipolar que hará que corras a refugiarte a un pub o sentarte en mitad de Greyfriars a tomar un poco el sol (si, de vez en cuando asoma)

    Puedes pensar que visitar Edimburgo en un día es prácticamente imposible, pero con esta guía vamos a aprovechar mucho el tiempo y sacaremos partido a las calles de la ciudad. Como siempre, debemos empezar a primera hora de la mañana.

    ¡Vamos allá!

    Por la mañana.

    El despertador suena muy pronto, demasiado pronto para estar de relax en esta preciosa ciudad, pero hay prisa por descubrir las maravillas que nos aguardan. La primera parada será la Royal Mile. Es la calle más famosa de Edimburgo y tiene una extensión de casi dos kilómetros a través de los cuales se reparten una infinidad de tiendas, pubs y otras muchas sorpresas.

    El Castillo de Edimburgo será nuestra primera parada, aprovecharemos la inclinación de la Royal Mile para ir bajando toda la mañana. Desde la plaza que precede al castillo tendremos unas vistas maravillosas de toda la ciudad. Visitar el castillo puede llevarte unas dos horas y hay que pagar entrada.Te dejamos el link para que puedas echar un vistazo. El Castillo se encuentra en la cima de Castle Rock, la zona estratégica sobre la que se creó la ciudad de Edimburgo (desde esa posición era fácil divisar todo el horizonte en 360 grados). Desde esta vista incluso podríamos decir que es posible visitar Edimburgo en un día, sólo con las vistas.

    Bajando la Royal Mile nos encontraremos con The Hub (La Aguja) . En su reapertura en 1999, se convirtió en la sede del Festival Internacional de Edimburgo, además en su interior hay un bar muy original, ¿Por qué? Porque The Hub se construyó para albergar la asamblea general de la iglesia de Escocia y conserva su arquitectura a la perfección. Dato curioso: Nunca fue consagrada como iglesia y dejó de usarse oficialmente en 1980.

    Seguimos bajando la Royal Mile, no podremos evitar girarnos una y otra vez para ver la increíble foto que forman The Hub y el Castillo. Pero os prometemos que esto sólo acaba de empezar y se pone bastante interesante.

    Un poco de historia

    Llegamos a la Catedral de St. Giles. La Catedral fue erigida sobre un antiguo santuario construido en el siglo IX, para ser consagrada al patrón de los leprosos (lo único que se os caerá aquí es la baba). Esta estructura cuenta con varias reformas a sus espaldas a lo largo del tiempo y todas son apreciables. Aunque se le conozca como la catedral de Edimburgo nunca ha ostentado el título, ya que esta iglesia no tiene obispo. Entrar es gratis, pero cobran dos libras por poder tomar fotos.

    Catedral de St Giles

    Por cierto, cerca de St Giles podemos ver Gladstone´s Land. Esta atracción turística fue la casa de un rico comerciante de Edimburgo y se construyó en 1550. El precio de la entrada es de 7 libras, el recorrido es muy entretenido y es genial para hacerse una idea de cómo se vivía en el viejo Edimburgo hace más de 400 años.

    Escupe o salta

    Un dato muy muy curioso y a la vez un poquito asquerosito. En la acera , al lado de la catedral de St Giles podremos encontrarnos en el suelo el Corazón de Midlothian. No te sorprendas si ves a la gente escupiendo a este corazón, trae buena suerte. La obra está ubicada en el mismo sitio donde se erigía la prisión de Edimburgo y dicen que la tradición de escupir se debe (eso cuentan) a la manera de protestar contra el sistema penitenciario, eso sí ¡no lo pises!

    ¡Atención! mira bien a tu alrededor y sobre todo, escucha por un momento a tu cuerpo ¿notas algún escalofrío? puede ser que estés cerca de uno de los muchos closes que se encuentran en la Royal Mile. El más famoso que puedes encontrar y al que puedes entrar por un módico precio es el de Mary King´s Close, junto al ayuntamiento de Edimburgo; Advocate´s Close o Lady Stair´s Close. Tras este último se esconde uno de los mejores secretos de la ciudad, El museo de los Escritores de Edimburgo.

    Por supuesto visitar Edimburgo en un día tiene su momento de descanso

    «Deacon Brodie’s Tavern»

    ¿Oís eso? No, no es ningún espectro, voy a intentar ser menos místico, lo prometo. Es el estómago que pide a gritos una recarga para poder seguir con este vertiginoso ritmo. ¿Qué os parece pasar por un auténtico pub escocés? El «Deacon Brodie’s Tavern», 435 Lawnmarket The Royal Mile ,tiene una historia alucinante, de esas en las que no puedes dejar de pensar mientras pruebas una deliciosa cerveza negra; si con esto no os pica la curiosidad, descuidad, en una de las paredes del pub podréis leer la historia a la que me refiero y entonces….entonces entraréis de cabeza. No nos olvidemos que es un pub, cerveza, refrescos, burguers, patatas y poco más, pero este pub está dentro de los «Classic Pubs of Britain» por su antigüedad.

    ‘Oink’

    Una opción rápida para seguir con nuestro viaje puede ser la cadena ‘Oink’, en el 34 de Victoria Street. Prueba uno de los bocadillos de cerdo asado, alucinantes. Por cierto no vas a tardar en encontrarlo, siempre hay colas de gente tomando fotos por su ventanal con cerdos troceados, se te hará la boca agua. Forma parte de la experiencia de visitar Edimburgo en un día.

    Continuamos por la tarde

    Hemos recargado energías y nos vamos a por el último tramo. Bajamos la comida tomando la calle hasta Candlemaker Row, y ¡sorpresa! la estatua de un perrete. Si, la estatua del perro Bobby, el perro mas famoso de Edimburgo, que cuenta con una presencia importante en el cementerio Greifryars. Recomendamos la visita a este último lugar, sobre todo si sois amantes de lo paranormal. Ahí lo dejo, no quiero que salgáis huyendo de este post.

    Casi lo olvido, enfrente de la estatua de Bobby podrás ver un edificio enorme. Es el edificio del museo nacional de Escocia, es gratis, y a mí personalmente me encantó. Dentro podremos encontrar, entre otras muchas cosas, al único ser vivo al que no se le puede aplicar la frase de: «Todos somos únicos e irrepetibles», estoy hablando de la oveja Dolly, en efecto, allí se encuentra, al menos una de las dos. Yo recomiendo encarecidamente posar con la oveja Dolly, es la prueba vital de visitar Edimburgo en un día.

    Here comes the magic!

    Desde la estatua de Bobby puedes girar a la derecha y seguir la calle hasta toparte directamente con «The elephant house». En esta cafetería J.K Rowling escribió «Harry Potter». Si eres muy fan probablemente ahora mismo estés comprando los billetes para ir a Edimburgo, espero que uses este post en tu visita. Por cierto yo también soy ultrafan y tuve que usar un ventolín para no quedarme sin respiración en la puerta.

    Desde aquí seguimos caminando hasta High St giramos a la derecha y continuamos hasta North Bridge, giramos a la izquierda y subimos hasta Princess Street, desde allí podremos divisar Calton Hill. ¡Vamos a subir! Prepara tu cámara de fotos o si quieres prepara mejor tu mente para poder asimilar las preciosas vistas de todo Edimburgo al atardecer.

    Para ir acabando el día en Edimburgo

    Una vez que termines de contemplar una de las ciudades mas bonitas y amables del mundo, puedes bajar lentamente recordando el maravilloso día que acabas de pasar hasta Princess Street, la arteria principal de la New Town, donde podrás comprar algún souvenir o si eres como yo, podrás empezar a preparar la noche en uno de los muchos pubs que allí se encuentran y cerrar de forma perfecta este tour para visitar Edimburgo en un día.

    Parece que estamos cansados ¿no? Edimburgo es pequeña pero peleona y tiene mucho que ofrecernos, espero que hayáis conseguido atrapar un poco del espíritu que llena a esta ciudad y a su gente. Viajar es la mejor cura que existe y Edimburgo debería ser la prescripción principal.

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