Garachico, el rincón más canario de Tenerife

Si le preguntases a los tinerfeños sobre qué municipio de la isla tiene más carácter canario, la respuesta sería casi unánime Garachico. Con menos de 5.000 habitantes, este pueblo del norte es una de las visitas más recomendables para los turistas. Sobre todo, por su colorida arquitectura propia del archipiélago, por su preciosa costa y por su rico patrimonio. En los próximos párrafos descubriremos Garachico, el rincón más canario de Tenerife.

El casco histórico es de los mejor conservados de todas las islas. Eso, junto a su “canariedad”, le valió la declaración de Bien de Interés Cultural en 1994. Además, su riqueza artística también resultó reconocida con la Medalla de Oro de Bellas Artes. Y es que resulta complicado que tanto patrimonio de tanta relevancia se reúna en tan poco espacio.

CASTILLO DE SAN MIGUEL

Una de las construcciones que más llaman la atención es el Castillo de San Miguel. Se trata de una torre defensiva que se sitúa en la costa para repeler el ataque de los navíos enemigos. Pues para los rivales, el puerto de Garachico resultaba un punto estratégico que castigar, ya que era en el que se realizaban más transacciones comerciales en todo Tenerife.

Desde que se levantó en el siglo XVI, mantuvo su función defensiva hasta 1706. Ese año, la erupción del volcán de Garachico sepultó parte de la villa y el puerto. Por lo tanto, la costa ya no sería atacada. Al mismo tiempo, la pérdida de las transacciones comerciales provocaron la caída económica de la zona. El valor arquitectónico del Castillo de San Miguel provocó su inclusión como Bien de Interés Cultural en 1985. Y 14 años más tarde, en 1999, la administración decidió proteger el edificio y su entorno.

MONASTERIO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN EN GARACHICO, EL RINCÓN MÁS CANARIO DE TENERIFE

En 1643, la Orden de la Inmaculada Concepción fundó en Garachico un monasterio muy cercano al mar. Por suerte o divinidad, no se vio afectado por la erupción de 1706. No obstante, no se conserva el edificio original porque solo tres años después, en 1709, sufrió un grave incendio. No fue reconstruido hasta 1745. Y en 1856, el oleaje volvería a destruirlo parcialmente. Aunque esta vez la reconstrucción no se haría esperar tanto.

Igual que el Castillo de San Miguel, fue declarado Bien de Interés Cultural, en 2014. Ese título se le otorgó debido al valor arquitectónico del propio edificio pero, además, por los distintos retablos y figuras religiosas que hay en el interior. Por ejemplo, un Ecce Homo o una representación de la fundadora de la orden, Santa Beatriz de Silva.

IGLESIA DE SANTA ANA

La Iglesia de Santa Ana, fundada en 1520, no se libró del incendio de 1706, aunque fue reconstruida según los planos originales. La fachada representa la decoración típica de un edificio religioso canario, con esquinas con rocas visibles, pintada con cal blanca y con una apariencia, en general, austera. Pero el interior no es tan austero. Allí, se encuentran numerosas representaciones de distintos estilos artísticos.

De todas las piezas, la más importante es el Santísimo Cristo de la Misericordia. Su origen resulta bastante curioso. Se elaboró a finales del siglo XVI por indígenas mexicanos. Usaron una técnica particular del país, usando una médula de la caña del maíz. De ahí que a los cristos crucificados realizados de esta manera, como el de Garachico, se le conozcan como Cristo de maíz.

ERMITA DE SAN ROQUE EN GARACHICO, EL RINCÓN MÁS CANARIO DE TENERIFE

La Ermita de San Roque es solo eso, una ermita. Sus dimensiones son pequeñas y no conserva en su interior nada especial. Sin embargo, es uno de los puntos neurálgicos de Garachico. Tanto por la plaza de su alrededor, lugar de quedada de los lugareños, como por celebrarse allí la Romería de San Roque, una de las más reconocidas del archipiélago y que tiene lugar cada 16 de agosto.

Según la historiografía, la ermita se levantó a principios de finales del siglo XVII con el objetivo de pedir a Dios el final de la peste bubónica, que estaba mermando Garachico a pasos agigantados. Pero la peste se mantuvo más de tres décadas, por lo que se puede decir que la ermita no sirvió para mucho. De ahí que durante un tiempo los lugareños la ignorasen.

EL CALETÓN

Si alguien va a Tenerife estará pensando en ir a las mejores playas. Sin embargo, a veces las playas no son tan llamativas como los charcos y las piscinas naturales que se han generado en la costa de la isla producto de las erupciones volcánicas. Ese es el caso de El Caletón, unas piscinas naturales que surgieron debido a la erupción de 1706.

Son una opción magnífica para darse un baño por dos motivos. Primero, porque no se trata de una playa masificada, más bien es un rincón tranquilo. Segundo, porque el panorama es espectacular. Rodeado de riscos de lava volcánica y con el Castillo de San Miguel justo al lado. Enfrente mar abierto y, detrás, las verdes montañas que rodean la villa de Garachico.

En medio del mar, visible desde las piscinas, aparece de pronto el Monumento Natural del Roque de Garachico. Como si fuese una pequeña isla que surge desde el fondo del Atlántico, su superficie ocupa 5 hectáreas protegidas desde 1987. Su formación también tiene un origen volcánico y, a día de hoy, está habitado por vegetación.

ENTORNO NATURAL DE GARACHICO, EL RINCÓN MÁS CANARIO DE TENERIFE

Dentro de los límites del municipio, se ubican varios espacios naturales protegidos que se pueden recorrer para contemplar su rica flora típicamente canaria como árboles de drago. Estos son el Parque Nacional del Teide, el Parque Natural de la Corona Forestal, la Reserva Natural Especial del Chinyero, el Paisaje Protegido de los Acantilados de La Culata y el Sitio de Interés Científico de Interián. En definitiva, Garachico suma todo lo que un turista pudiera desear, paseos en la naturaleza, baño en un piscina natural, un rico patrimonio histórico y un carácter propio del lugar que se visita.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Garachico, el rincón más canario de Tenerife puedes ver mucha más información en la categoría Europa en 2024.