Qué ver en Peñíscola para disfrutar de esta ciudad

Peñíscola, en la costa norte de la provincia de Castellón, es uno de los mejores destinos para pasar tus vacaciones. Tanto por sus playas, su entorno natural como por su patrimonio histórico, hay mucho que ver en Peñíscola.

Qué ver en Peñíscola

Además, en contra de lo que pueda parecer, al ser una población que se sitúa junto al mar, no es solo un destino de verano. Su oferta permite que pueda ser visitado durante todo el año. Esto lo hace especialmente atractivo.

En este post voy a comentar y descubrir qué ver en Peñíscola, para que tu visita sea lo más completa posible.

PLAYAS Y CALAS

Evidentemente unas playas como las que tiene Peñíscola son un excelente reclamo. Se pueden encontrar de varios tipos. Las hay de fina arena o de piedras. Kilométricas o minúsculas e inaccesibles.

La más famosa es, sin lugar a dudas, la Playa Norte. En otro post sobre las mejores playas de la Comunidad Valenciana ya se comentó algunas de las características de esta playa. Tiene unas tranquilas y limpias aguas, y sin mucho oleaje, ideal para el baño, en especial si acudes con niños. A lo largo de sus cinco kilómetros discurre en paralelo un paseo marítimo lleno de vida. Aquí puedes encontrar una gran variedad de restaurantes y bares, donde puedes comer o tomar algo con las vistas al mar y al Castillo del Papa Luna.

Junto al puerto de Peñíscola se encuentra la Playa Sur. Es bastante más pequeña, unos 300 metros, pero suele estar menos concurrida que la Playa Norte. Entre otras cosas porque la cercanía del puerto afecta a la calidad de sus aguas.

Como ya he comentado también hay varias calas donde disfrutar de un día de playa pero con mayor tranquilidad. La mayoría se encuentran en el entorno de la Sierra de Irta. La playa del Russo y la del Pebret, por ejemplo, son de arena. Otras como las calas de Irta, Argilaga o Santa Lucía son de grava o piedras.

CASTILLO DEL PAPA LUNA

Ante la pregunta de qué ver en Peñíscola, el Castillo del Papa Luna es el must más must. Junto a sus playas el elemento más conocido y distinguible de la ciudad.

Historia

Estatua del Papa Luna en el castillo de Peñíscola. FOTO: Wikimedia Commons

Para conocer su historia hay que remontarse al año 1309. Lo que ahora conocemos como Italia no existía políticamente. Se trataba de una serie de estados independientes, ducados, marquesados, etc. sometidos al temor de ser conquistados por un enemigo en cualquier momento. El papa Clemente V vio peligrar la sede papal, el tesoro y su propia vida y decidió exiliarse temporalmente a la ciudad de Avignon (Aviñón), que a pesar de estar en territorio francés pertenecía al reino de Nápoles, leal al papado.

En 1377 Gregorio XI (Clemente V muere en 1314) decide que ya era hora de volver a Roma. Pero muere al año siguiente. El cónclave para decidir un nuevo papa se convierte en un lío tremendo, con graves disturbios, lo produce lo que da pie a lo que se denominó Cisma de Occidente, y que consiste en que se establece una sede papal en Roma y otra en Aviñón.

Al morir Clemente VII, el nuevo papa de Aviñón, le sucede Pedro de Luna, que tomara el nombre de Benedicto XIII aunque popularmente se le conoce como Papa Luna. Temiendo por su seguridad, ya que el rey de Francia le retira su protección, decide establecer la sede en Peñíscola, donde había un castillo que ofrecía muy buena defensa.

El castillo de Peñíscola fue levantado como alcazaba por los musulmanes. A finales del s. XII y principios del XIII los templarios, que habían colaborado con el rey Jaime I en la conquista del Reino de Valencia, reconstruyeron esta fortaleza. Posteriormente, y ante la importancia estratégica de esta plaza, diversos reyes realizaron reformas al castillo.

La visita al castillo de Peñíscola

Vista del Castillo de Peñíscola

En cualquier visita a Peñíscola no puede faltar un recorrido por su castillo. Durante la visita se conocen las estancias más importantes del mismo, incluyendo las que ocupó el Papa Luna durante su pontificado. También las estancias que servían a los militares que protegían esta fortaleza. Desde las distintas terrazas se puede contemplar una vista maravillosa de la costa, que nos permite sumergirnos en la convulsa época en la que residía Benedicto XIII.

La visita se complementa con el Parque de Artillería, la zona exterior del castillo, donde se conservan las murallas, baterías y otros elementos defensivos, junto a unos jardines que se realizaron hace unos pocos años.

Un castillo de cine

El castillo de Peñíscola ha servido como escenario a importantes producciones audiovisuales, tanto películas como series. La película más importante que se ha rodado aquí fue “El Cid”, en 1961 y protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren. Una superproducción de Hollywood que revolucionó Peñíscola. Por otra parte, el castillo sirvió para ambientar algunos paisajes de los reinos fantásticos de “Juego de Tronos”. No es difícil descubrir en Peñíscola la ciudad libre de Meereen mientras pasea Tyron Lanister con Varys (y hasta aquí puedo leer). También la serie española “El Ministerio del Tiempo” rodó un capítulo aquí, ya que la patrulla intenta proteger al Papa Luna.

Peñíscola, y no solo su castillo, también ha sido escenario de otras producciones como “Calabuch” y “París-Tombuctú”, ambas dirigidas por Luis García Berlanga, o la comedia “El Chiringuito de Pepe”, entre otras muchas.

CASCO ANTIGUO

Alrededor del Castillo del Papa Luna se encuentra el casco antiguo de Peñíscola. Un conjunto de calles estrechas y empinadas que se adaptan al terreno. Aquí podréis encontrar un montón de bares, restaurantes y tiendas, pero también algunos elementos curiosos como la Casa de las Conchas, una casa cuya fachada ha sido decorada con miles de conchas recogidas en la playa. También es interesante la visita a la Iglesia de Santa María o al faro de Peñíscola. ambos junto al castillo.

SIERRA DE IRTA

Si buscas más cosas que ver en Peñíscola, te recomiendo el Parque Natural de la Sierra de Irta. Se encuentra al sur de Peñíscola, extendiéndose a lo largo de 12 kilómetros en sentido SO, hasta la localidad de Alcossebre. Su cercanía al mar hace que se formen numerosas calas (ya he hablado de algunas de ellas) y espectaculares acantilados, destacando el de Torre Badum.

La vegetación es la típica mediterránea, con numerosos pinos y arbustos leñosos. Destaca el geranio de Irta, una planta endémica de este parque natural.

Te recomiendo recorrerlo a través de los senderos, en algunos casos perfectamente accesibles mediante pasarelas, y que recorren la superficie de la sierra. Algunos llevan al castillo de Alcala de Xivert, o al de Pulpis, en el término municipal de Santa Magdalena de Pulpis.

GASTRONOMÍA DE PEÑÍSCOLA

Comer bien en Peñíscola no es difícil. Su tradición pesquera, que se conserva hoy en día, hace que todos los días llegue pescado fresco a la lonja de Peñíscola, y de ahí a bares y restaurantes. Además de los pescados son muy apreciados los mariscos, en especial el langostino, que se pesca en la cercana localidad de Vinarós. Los arroces marineros tienen un sabor especial. Pero la despensa de Peñíscola también está surtida de alimentos de la huerta. Reseñar la alcachofa de Benicarló, que tiene Denominación de Origen Protegida.

Esta combinación de productos de mar y tierra hacen que Peñíscola sea un destino gastronómico de primer orden.

Pescador en la cercana Benicarló

ALREDEDORES

Si no has tenido bastante con Peñíscola, a su alrededor puedes encontrar varios lugares muy interesantes. Al norte, apenas a 6 kilómetros, se encuentra Benicarló, un tranquilo municipio marinero. Playas excelentes y un Parador Nacional a la orilla del mar, además de un interesante convento reconvertido en centro cultural.

Otra excursión muy interesante, y que no se encuentra excesivamente lejos, es Morella. En otro post hablé más extensamente de esta maravillosa población. A poco más de una hora en coche, es de esas poblaciones que no defraudan a nadie. A mitad de camino se encuentra Sant Mateu, otra localidad que merece ser visitada.

Si sigues el recorrido de la Sierra de Irta, al sur de Alcossebre está Torreblanca. Junto al mar se encuentra el Prat de Cabanes-Torreblanca, un humedal muy interesante.

Espero que, como yo, después de leer este post sobre qué ver en Peñíscola tengas unas ganas locas de visitar sus playas, pasear por su castillo y comer en cualquiera de sus restaurantes. ¿Conoces Peñíscola? ¿Qué nos recomiendas? Deja un comentario y contribuye con nuestra comunidad de lectores.

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